La Federación Cántabra de Vela quiere quedarse con el CEAR
La Federación Cántabra de Vela (FCV) quiere quedarse el Centro Especializado de Alto Rendimiento (CEAR) de Vela Príncipe Felipe de Santander para sus actividades, en una estrategia coordinada con la Real Federación Española de Vela, que, a medio plazo, supondría la apropiación por parte de una entidad privada de una instalación en la que se han invertido varios millones de euros de dinero público.
Muchos son los indicios que se van dejando ver en la operación, acompasada, de las federaciones Española y Cántabra, con el apoyo del Real Club Marítimo de Santander, un club privado con Escuela de Regatas pero sin instalaciones, que vería con buenos ojos la llegada de la FCV al CEAR, según han confirmado varias fuentes informadas de la situación a EL FARADIO.
En primer lugar, la expectativa sobre el uso del CEAR de Vela Príncipe Felipe se abre — y se hace cada vez mayor– según se va confirmando el repliegue de Santander por parte de la Federación Española de Vela. Si se va el equipo nacional de la capital cántabra, quedaría libre una instalación de primer nivel, en la que se ha invertido mucho dinero público, y que es objeto de deseo de los distintos actores de la vela en Santander.
Como ya han denunciado varias voces, como los trabajadores despedidos de la Escuela Muncipal de Vela o el propio director del CEAR, Jan Abascal, el presidente de la Española, José Ángel Rodríguez, que detenta el cargo desde finales de 2012 en sustitución del santanderino Gerardo Pombo, estaría «desmantelando» la base del equipo español en Santander, en favor de otros clubes en otras ciudades.
Así, Rodríguez no sólo ha desmontado el equipo de Abascal en Santander, con los despidos de Rubén Morán y Antonio Bolado, que tan buenos resultados formativos y deportivos habían dado hasta la fecha, sino que desde hace unas semanas está enviando embarcaciones de Santander hacia el Mediterráneo.
Y todo a escasos meses del Mundial de Vela Olímpica Santander 2014, ante la incredulidad de deportistas, entrenadores, usuarios habituales del CEAR y medios de comunicación regionales, y la pasividad de las instituciones de Cantabria y el Consejo Superior de Deportes.
LA ESCUELA DE VELA, PRIMER CABALLO DE BATALLA
En esta estrategia hay que enmarcar la oposición de la Federación Cántabra a la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Santander y la Federación Española, para el mantenimiento de la Escuela Municipal de Vela en el CEAR de Santander, como viene sucediendo desde 2006.
Precisamente, la firma de este convenio, que se encuentra pendiente de la firma del presidente d la Federación Española de Vela, se discutirá este mismo martes en la Asamblea Extraordinaria de la Federación Cántabra de Vela.
En esta batalla, José Ángel Rodríguez mantiene un doble comportamiento: por una parte negocia con el Ayuntamiento de Santander las condiciones del nuevo convenio; por la otra, según la presidenta de la Federación Cántabra de Vela, Julia Casanueva, tiene un «acuerdo» para que sea la FCV la que asuma la gestión de la Escuela Municipal de Vela de Santander.
En este sentido, hay que recordar dos precedentes, los dos intentos en el pasado para que la Escuela de Vela pasara a estar gestionada por la Federación Cántabra de Vela: el primero, nada más llegar Rodríguez a la Presidencia de la RFEV. El segundo, en el mes de abril del año pasado. Ambas veces, la Federación Cántabra desistió, al desvelarse sus carencias organizativas, que derivaron en el rechazo de los padres de la Escuela de Vela del CEAR.
LA ESCUELA DE VELA DEL CEAR, UN VALOR CODICIADO
Los números de la Escuela Municipal de Vela del CEAR, bajo la dirección de Jan Abascal, son impecables. Desde 2006, ha formado a una media de 2.000 niños por ejercicio, en los niveles de iniciación, tecnificación y competición, con una Escuela de Regatas de la que han salido campeones como Berta Betanzos, Diego Botín o Pablo Turrado, entre otros.
En total, desde el año 1996, la Escuela Municipal de Vela de Santander ha formado a 23.000 alumnos, con el valor añadido, desde 2006, de que la Escuela se ha desarrollado en el CEAR, en contacto con las mejores rampas del panorama deportivo internacional, un valor único y excepcional, como reconocía recientemente la directora general del CSD, Ana Muñoz.
En la parte económica, la Escuela del CEAR ha contado únicamente con la subvención de 80.000 euros del Ayuntamiento de Santander, para los Bautismos de Mar, y con las cuotas que pagan los padres, 167 euros por trimestre.
A más alumnos más ingresos, como sucede en cualquier otra Escuela de Regatas, hasta alcanzar unas cifras de ingresos de unos 250.000 euros, con un alumnado que ha rondado el centenar hasta que han empezado los problemas. Estos ingresos superan en 10.000 euros lo que le cuesta a la Federación Española el canon que paga al Puerto de Santander (240.000 euros).
Es decir, en la práctica, las actividades de la Escuela Municipal de Vela han estado financiando el canon que tiene que abonar la Federación Española al Puerto de Santander por el uso del CEAR Príncipe Felipe.
Cuestionada por este asunto del canon del CEAR, la presidenta de la Federación Cántabra de Vela, Julia Casanueva, asegura que lo afrontará exactamente igual que la Federación Española de Vela. Es decir, que cuenta con la rentabilidad que ha tenido hasta ahora la Escuela Municipal de Vela.
Pero cuanto mejor ha marchado la Escuela de Vela del CEAR, peor le han ido a otras escuelas de la región, entre ellas, la de Regatas del Real Club Marítimo de Santander (RCMS), que ha sido deficitaria en alumnos e ingresos, por lo que cuenta con alguna oposición a su propia existencia entre los mismos socios del RCMS.
O la más reciente de la Federación Cántabra, que no pasa de la veintena de alumnos en su ubicación actual, Marina del Cantábrico, en el sur de la Bahía. Muchos de ellos eran habituales de la Escuela del CEAR hasta que se ha boicoteado.
Frente a esto, la Federación Cántabra reivindica, como único éxito de gestión, los 500 alumnos que han pasado este verano por la Isla de la Torre, que antes fue la Escuela Cántabra de Deportes Naúticos, y que asumió la FCV al desistir el Gobierno de Cantabria de abonar el canon, por otra deuda con la Autoridad Portuaria que no podía asumir.
El Gobierno de Cantabria también ha facilitado, mediante convenio con la Federación Cántabra, toda una flota de embarcaciones para estas actividades formativas.
ASAMBLEA EXTRAORDINARIA DE LA FEDERACIÓN CÁNTABRA DE VELA
Tal y como advertía la presidenta de la Federación Cántabra, Julia Casanueva, recientemente en una entrevista concedida a Buenos Días Cantabria, la Asamblea Extraordinaria de la FCV discutirá este martes, en el tercer punto del orden del día, la «polémica surgida» por la renovación del convenio entre el Ayuntamiento y la Federación Española.
Escucha la entrevista (a partir del minuto 31’10»)
Según la Cántabra, este convenio, que se viene renovando desde 2006, puede suponer una violación de la Ley del Deporte de 2000, que otorga competencias en la ordenación, planificación y promoción del deporte base y el deporte de alto rendimiento a las federaciones territoriales y los clubes deportivos de Cantabria a través de la Dirección General de Deporte del Gobierno de Cantabria.
En la misma entrevista, Casanueva admitía de que la FCV pretende «ocupar ese espacio» de gestión de la Escuela Municipal de Vela, que hasta ahora desempeñaba la Federación Española de Vela.
Es decir, hay un acuerdo para que la FCV ocupe el espacio de la RFEV, lo cual no hace sino reforzar la teoría de que la Española se está marchando de Santander.
La Asamblea Extraordinaria de la Federación Cántabra de Vela abordará además la creación de un Comité de Disciplina, en respuesta a varias denuncias sobre los hechos acaecidos en el Campeonato Regional de Vela Ligera 2013, que ha derivado en un requerimiento expreso del Gobierno de Cantabria a través de su Dirección General de Deportes.