El próximo 2 de octubre se cumplirán 35 años de la ofensiva iraní sobre el sur de Irak -misión denominada “Antes del amanecer”-, durante su guerra contra el vecino Irak. Como si de un recordatorio se tratase, la minoría chií de Yemen (el movimiento Ansar Allah) ha escogido dicha fecha, para su asalto final contra la Coalición de Estados Árabes en la ciudad portuaria de Al Hudayda.

¿Por qué razón debería importarnos este suceso, de una “guerra lejana que ya dura tres años y medio, sin visos de un fin próximo? Según informaciones citadas por El Faradio del pasado 26 de Septiembre (BAHRI CUADRIPLICA SU CARGA DE ARMAMENTO EN EL PUERTO), la compañía saudí cuyo siniestros barcos fondearon el puerto de Santander en no menos de cuatro ocasiones triplicó su cargamento de maquinaria bélica en el embarcadero cántabro.

El conflicto en Yemen ha generado más de 10.000 muertos y 2 millones de desplazados

Nuevamente los gestores de dicha compañía, falsearon documentos relativos a su carga y ruta -se suponía que el “Bahri Jazan” iba asimismo a fondear el puerto de Génova, no el de Santander-, sin que las autoridades del Ministerio de Fomento (tanto en las postrimerías del Ejecutivo de Mariano Rajoy, como el nuevo gabinete surgido de la moción de censura finalizada el 1 de junio) tomasen cartas en el asunto. Desgraciadamente, se vuelve a ver una simetría entre los sucesos actuales y los acaecidos en los últimos meses de 1983, cuando no pocos países miembros de la por entonces Comunidad Económica Europea (o candidatos al acceso a la misma tal cual eran Portugal y España), aceptaron que numerosos buques cargados de armas hiciesen escala en sus muelles.

Todo ello en una escala previa al puerto de Jeddah en Arabia Saudí, desde donde dicho hardware bélico partirían hacia Basora en Irak, siendo usadas por el entonces “amigo de Occidente”, Saddam Hussein contra el Régimen Teocrático Iraní. Se denominó a esa fase “el caldeamiento de la Guerra Fría”, por autores como el politólogo John K. Cooley. Siete lustros después, se vuelve a ver ese esquema con consecuencias más brutales.

Dado que Irak no es un aliado “válido” a fecha actual para los estados petroleros del Golfo Arábigo -principalmente las monarquías conservadoras, y de credo sunita tal cual son la Saudí o la de los Emiratos Árabes Unidos-, hoy Riyadh ha pasado a ser la “cabeza visible” en una Coalición de Estados Islámicos que buscan acabar con el terrorismo.

La realidad es que se busca derrocar a un movimiento político, social y militar (el de la minoría houthi en Yemen) muy próximo a su enemigo acérrimo, la República Islámica de Irán. Volviendo pues, a una fase de “Guerra Fronteriza” o “Invierno Árabe” que hasta el momento se ha cobrado 20.000 vidas de civiles yemeníes, 11.000 soldados de la Coalición dirigida por la Monarquía Saudí -en lo que muchos han denominado el “Vietnam Árabe”- y ha obligado a no menos de 3 millones de almas, a desplazarse dentro del país, o buscar refugio en estados vecinos. Tanto es así, que en el caso de los buques estacionados en la capital cántabra, según el diario Público se puso en riesgo la seguridad de la zona (la información es del pasado 28 de Septiembre).

Siendo denunciado por un informe de la plataforma cívica “La Guerra Empieza Aquí” a cuyo documento tuvo acceso dicho medio informativo, quedó patente que el navío no se dirigía al destino citado en varios dossier (Génova), pudiendo esquivar los registros al desactivar el dispositivo de geolocalización conocido como AIS al entrar en las aguas españolas. Se incumplió de un modo repetido y harto peligroso el Real Decreto 145/1989 el cual limita el atraque de buques contenedores de explosivos y cuya carga relativa a los mismos, superen los 400 kilogramos. Aquí, el mismo cuadriplicó la tasa autorizada, sumándose a ello que se realizó de un modo subrepticio y cuasi anónimo -de madrugada, lo cual también a efectos de la legislación vigente está prohibido-.

La respuesta de la ciudadanía y movimientos sociales no se hizo esperar. Se busca el mismo resultado que en Bilbao, meses atrás: Evitar que buques sin control o registro alguno puedan anclarse temporalmente antes de proseguir su destino hacia zonas en conflicto, cuando no transportar armamento que puede acabar en manos de grupos militantes u organizaciones terroristas.

Un mes atrás, el relator de la ONU declaró que en la actual Guerra de Yemen, la coalición árabe dirigida desde Riyadh; era la principal causante de muertes civiles y destrucción de infraestructuras (Un grupo de expertos del organismo señaló a la coalición militar árabe, que lideran Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU), como responsable de las víctimas mortales). Mientras tanto, el Ejecutivo Español sigue haciendo caso omiso a estas informaciones, uniéndose al mismo despropósito la “corrección” en cuanto a la venta de armas desde la empresa Navantia a la Casa de Saud, inicialmente cancelado.