Quique Setién se reúne con exjugadores antes del Consejo del Racing
Cuando el 31 de enero cayó Berlín, se formó un Gobierno de transición formado por rusos y americanos, que habían empujado desde los dos frentes para la caída del régimen de los tiranos Francisco Pernía y Harry. Ese mismo día empezó la Guerra Fría, y uno de los dos bandos está a punto de imponer su Ley en el Racing, y todo apunta a que será en el Consejo de Administración que se celebra esta tarde a las 8 en las oficinas de los Campos de Sport de El Sardinero.
Los exjugadores del Racing se han reunido en la tarde de este martes en las Instalaciones Nando Yosu, con el fin de perfilar la estrategia de cara a la reunión del Consejo, en el que podría haber dimisiones.
La incertidumbre es máxima, ante el anuncio de dimisión del apoderado de WGA, José Gabriel Sainz de la Maza, dispuesto a dejar vía libre a los exjugadores, según fuentes cercanas al economista.
La desconfianza preside las relaciones de los bandos desde el primer momento, y la división es creciente en el Consejo de Administración que preside un exjugador, Tuto Sañudo, acompañado de otros dos exfutbolistas: Paco Liaño y Pedro Alba.
Por el otro lado, del apoderado que les propuso para su nombramiento en la Junta, están David Bárcena, Raúl Serrano, Marcos Rivas, Juan Rebanal y Félix Álvarez.
Otro dato que escenifica la ruptura del Consejo: en la noche del lunes, José Gabriel Sainz de la Maza mantuvo dos reuniones para explicar la modificación de estatutos en la Fundación Racing, una con las peñas, y otra con estos últimos consejeros, pero sin los exjugadores.
A última hora de la noche Sainz de la Maza filtró su dimisión al frente de la Fundación, que según su entorno es también una renuncia al poder de WGA sobre el Racing. Se lo han comunicado al administrador judicial holandés de WGA, Onur Arslan, vía correo electrónico, y al entrenador del Racing, Paco Fernández.
Lo deja Sainz de la Maza, porque no está dispuesto a seguir aguantando los rumores de liquidación del club, que también han inspirado la desconfianza hacia el de los exjugadores.
La situación es crítica, entre otras cosas porque el Racing necesita dinero con urgencia para finalizar la temporada. Una cifra mínima del entorno de 1,5 millones de euros que estarían dispuestos a poner los exjugadores.
Varios de ellos son acreedores en el concurso y el Racing tiene importantes deudas económicas con ellos – es el caso de Pedro Munitis-. La única garantía para el cobro de los adeudos es que el Racing no entre en liquidación. Y esa sigue siendo la amenaza.