Afición y jugadores celebran el triunfo en la Central de la Complutense. FOTO: J. Gutiérrez

El Bathco Rugby ha conseguido sellar el pase a la final de la Copa del Rey, después de un trabajado empate en Madrid contra el Cisneros (18-18), que sumado al 19-13 del partido disputado en San Román, llevará a los Verdes a disputar la primera final de su historia.

La afición se volcó con el equipo.

Y eso que el Complutense se adelantó y dio la vuelta a la eliminatoria durante buena parte del partido, como muestra que al descanso con un resultado de 18-5 para el equipo local.

Pero la fuerza que caracteriza a los Bisontes durante todo el año surgió en la segunda parte y la Central, a la que habían acudido un centenar de seguidores cántabros, se rindió al Bathco, que está certificando la mejor temporada de su historia, segundos en Liga (con un partido menos) y clasificados para disputar el título del K.O.

El otro finalista saldrá este domingo de Valladolid. Es favorito el equipo local, el VRAC Quesos Entrepinares, que marcha líder el Liga, pero tiene que remontar el 17-16 que consiguió el AMPO Ordizia en Guipúzcoa.

La final se disputará el 27 de abril, en una ciudad por determinar y en función de los finalistas.

EL RACING PERDIÓ EN VIGO

A la misma hora el Racing disputaba otro partido fundamental en la carrera por ganar el Grupo I de la 2ª División B. En un mal partido, disputado sobre un campo encharcado por las lluvias, el equipo de Paco Fernández se dejó un punto en los últimos minutos, fallando a una máxima: lo que no has podido conseguir en todo el partido, la victoria, no lo pierdas al final, el empate.

Y así fue, en los últimos minutos marcó el Celta B y el Racing vuelve de vacío de tierras gallegas.

El equipo verdiblanco se enfrenta a una semana decisiva, en la que toca volver a hablar de fútbol, después de que los últimos días no se haya hablado de otra cosa que de la desvinculación del club del apoderado de WGA, José Gabriel Sainz de la Maza, y la dimisión de los cinco consejeros leales a él, que han dejado a los exfutbolistas al timón de una nave que atraviesa grandes dificultades económicas.

El reto del racinguismo será apartar las diferencias por un tiempo, porque el fin de semana que viene visita El Sardinero el otro Racing, el de Ferrol, que está en la lucha por el campeonato. Un partido decisivo para el ascenso, que a su vez es clave para la salvación del equipo.