El secreto del buen café en la ciudad del mediano
El objetivo del Gran Flamingo Coffee es ambicioso. Lo que pretenden es, ni más ni menos, que convertir en un ritual lo que en muchas ocasiones es un mero trámite que despachamos por obligación o convención social. Tomar el café con un poco más de gusto y de mimo, preocuparse por la calidad y disfrutar del momento. Todo esto, en Santander, en la ciudad del mediano.
El impulsor de esta iniciativa es Nacho Grijuela, que ha explicado en una entrevista en Buenos Días Cantabria que la filosofía contra la que luchan es la que impone tomar el café solamente como una fórmula para combatir el sueño. «Se trata de mejorar la cultura cafetera, la manera en la que tomamos café en casa o en los bares», ha asegurado.
Esta idea se puso en marcha hace un par de meses y se ha convertido en una prueba para testar al público antes de lanzarse a montar un negocio físico.
Tal y como está el sector de la hostelería y tratándose de un proyecto novedoso en la región, han preferido poner en marcha lo que definen como una «compañía efímera» de café.
Hasta ahora, montan barras portátiles o ‘córners’ para eventos, desayunos de empresa o reuniones, con unos carritos de madera y una cafetera expreso italiana que está diseñada especialmente para este tipo de acciones. Su intención es que, en unos meses, y si la cosa va bien, puedan disponer de un local propio en el que desarrollar el proyecto plenamente.
«El objetivo es testar la situación a nivel comercial, porque Santander es una ciudad pequeña en la que es difícil introducir una tendencia de este tipo. Queremos ver cómo acepta la gente un producto de más calidad, con más sabor y un poco más de precio», ha comentado Nacho Grijuela en Cadena Mix.
Su filosofía pasa por tratar el café desde el punto de vista de la calidad y del sabor. Solo trabajan con ingredientes que saben de dónde proceden, que conocen la variedad y hasta el nombre del productor. Lo que pretenden es tratar el café como un producto especial y diferenciado.
«Es algo parecido a lo que ocurrió en España hace 15 o 20 años con la cultura del vino. La gente pasó de pedir vino, simplemente, hasta evolucionar y comprar una marca con un estándar de calidad muy alto». Para Grijuela, de todas formas, en nuestro país queda mucho por aprender sobre este mundo.
Ni somos productores, ni grandes consumidores, pese a lo que se suele decir, lo que provoca que no exista una gran cultura cafetera. El proyecto del Gran Flamingo Coffee se mira en el espejo de las grandes capitales europeas y, sobre todo, de ciudades con gran tradición como Oslo o Londres.
Después de dos meses de andadura, este fin de semana estarán en Cañadío, en el local de Caravan Station, donde van a hacer un taller de coctelería con café. Una introducción teórica y un taller de degustación para que la gente sepa cómo hacer desde el más básico carajillo hasta bebidas más sofisticadas para sorprender a todos.