Chema Puente durante una entrevista en ARCO FM || Foto: Carlos Atienza

El rabelista y compositor autor del himno popular Santander, La Marinera presentará este viernes en casa, en Cueto, su nuevo disco ‘La ciudad del Nordeste Azul’, a partir de las 20 horas en el Parque de las Canteras, con la colaboración de otras referencias de la canción popular santanderina, como Los Carabelas y Los Hermanos Cosío.

De Cueto, de toda la vida, nació en 1951 al lado de La Nuncia. Cueto es hoy un barrio de Santander con identidad de pueblo. 

“Tenemos esa conciencia porque hemos visto a los bueyes arar y todos los huertos sembrados, que eran la despensa de la ciudad, y la gente iba a la plaza de la Esperanza a vender las hortalizas o la leche: era parte del sustento de la ciudad”, recuerda.

Chema Puente es, posiblemente, el cantador más popular de Cantabria, gran recitador de trovas, jotas y romances, y compositor del himno sin discusión, en este siglo XXI, de la capital de Cantabria: una preciosa habanera, Santander, La Marinera, que se canta en el Racing, en el chupinazo de la Semana Grande, en bodas, bautizos, comuniones y “hasta en los entierros”, como añadía recientemente el propio Chema Puente en una entrevista en EL FARADIO DE LA MAÑANA.

“Es bueno que lo cante la gente, toda a la que le guste, y no parcializar la sociedad. Me parece bien y sería bueno tener ocho o diez canciones más que nos unan un poco y poder disfrutarlas”, reivindicaba.

LA CANCIÓN PROTESTA: SENDA COSTERA, METROTUS, ESCOLLERAS… Y EL INCENDIO

Su amor por la costa norte de Santander activó su compromiso, como activista musical de la Asamblea en Defensa de la Senda Costera, con una canción protesta contra la empalizada que de una mañana para otra destrozó las vistas al Cantábrico.

Más recientemente compuso una chirigota contra el MetroTUS, la modificación del transporte público de Santander que ha obligado durante meses, hasta la reciente rectificación del Ayuntamiento, a los vecinos de la periferia a realizar incómodos transbordos en Valdecilla o El Sardinero.

Y también ha participado en las concentraciones contra los espigones de La Magdalena, hasta el punto de que el Grupo Alceda y la asociación ecologista ARCA, que junto a independientes se integran en la plataforma Salvar La Magdalena, Escolleras fuera, le hicieron entrega recientemente del premio al ciudadano comprometido.

Una conciencia que ya expresaba en otro título menos conocido de su obra, cuando puso música de romance de ciego a una letra sobre el incendio de 1941 en Santander. La letra se la dio a Benito Díaz, un anciano del asilo de Cabezón y según Angelines Vejo la cantaba “el último ciego que fue a Caloca (en Liébana) vendiendo coplas”.

“El que hizo esta canción recogió todos los detalles importantes del incendio”, explica. Pero los detalles de la destrucción física; no de sus consecuencias, como el gran proceso de segregación social que vino en plena posguerra y al inicio de la dictadura de Franco.

“Aquí no ha habido ninguna obra musical que haya tratado el incendio. Es algo que se ha tenido callado. Mucha gente se quedó con lo puesto y alguien en aquella época podía haber dado salida artística a toda aquella emoción; es algo que se tapó”, concluye.